Buenos Aires es territorio guaraní

El sábado 16 de noviembre, en el campus de la Universidad Nacional de General Sarmiento, se realizó el II Congreso de Lengua y Cultura de la Nación Guaraní en Buenos Aires. El encuentro reivindicó la lengua como una herramienta imprescindible para la descolonización y recalcó la necesidad de exigir la implementación de una educación intercultural bilingüe como forma de inclusión social.

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“Con el guaraní está pasando algo hermoso estos últimos tiempos. Después de haber estado tanto tiempo prohibido, perseguido y soterrado, el guaraní está resurgiendo”. La frase de Ignacio Báez podría ser un buen resumen del espíritu que predominó en el II Congreso de Lengua y Cultura de la Nación Guaraní en Buenos Aires, realizado el sábado 16 de noviembre en el campus de la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS).

La jornada tuvo charlas, música y bailes representativos de dicha cultura originaria, y finalizó al anochecer con un asado comunitario (y más música, claro). ¿Por qué hablar en guaraní? Una respuesta que se desprende luego de escuchar a los referentes de las comunidades es que un pueblo no podrá descolonizarse si utiliza la lengua de los conquistadores. Que la lengua es una herramienta de poder. Que si desaparece, se pierde con ella la sabiduría de ese pueblo.

“Revalorizar la lengua materna de cada pueblo consolida su cohesión”, enfatizó Báez, director regional de Buenos Aires y Rosario del Instituto de Educación Superior Ateneo de Lengua y Cultura Guaraní. El Instituto fue el organizador del encuentro junto con los integrantes del Ciclo Reencuentro con Pueblos Originarios de la UNGS. “Cada vez que una lengua originaria se posiciona, está abriendo puertas para que las otras lenguas también sigan ocupando su verdadero espacio en la sociedad”, remarcó.

Además, destacó que la guaraní es “una nación transfronteriza, que supera la barrera política de los estados nacionales” y que responde al concepto de nación debido a que tiene “lengua propia, una organización política que la conduzca y un espacio territorial”.

Por su parte, Roberto Benigno Benítez, miembro del Aty Guasú – Nación Guaraní de Buenos Aires, disertó sobre el bilingüismo como forma de inclusión social. Benítez también señaló que, si bien la Ley de Educación N° 26.206 en sus artículos 52, 53 y 54 garantiza una educación intercultural bilingüe para los pueblos originarios, no es obligatoria y está supeditada a que cada provincia haga un convenio si desea implementarla.

Un punto en el que varios coincidieron es que, a veces, los padres no transmiten la lengua originaria a sus hijos por miedo a que éstos sean discriminados o, simplemente, para que puedan relacionarse mejor con el entorno. De esta manera, la lengua se va perdiendo o desvalorizando con el tiempo, a pesar de que el pueblo aún sea numeroso. “Me parece que Buenos Aires es el lugar donde más personas hablan guaraní, y me atrevería a decir más que en Paraguay”, sostuvo Ramón Villar Brizuela, directivo de la Escuela N°35 de José C. Paz, quien remarcó que en ocasiones sufrió una doble discriminación: por ser inmigrante paraguayo y por ser indígena.

Entre otros referentes, el congreso contó con la presencia de los caciques de cinco comunidades guaraní del Conurbano Bonaerense: Braulio Escobar (Comunidad Cuarajhi Vera, Moreno); Adrián Ovando (Kuarahy Ose Enteroitepeguara, José C. Paz); Eduardo Barreto (Comunidad Mbya Guaraní Apyterè, Maquinista Savio, Escobar); Eulalio Báez (Comunidad Pueblo Guaraní, José C. Paz); y Mario Valdez (Comunidad Cacique Hipólito Yumbay, Glew, Almirante Brown).

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Finalmente, las conclusiones del congreso acordadas por todos los asistentes se refirieron a respetar la grafía única del guaraní; trabajar para rescatar las raíces de la lengua en todo el continente; exigir la implementación de la enseñanza intercultural bilingüe tanto en comunidades rurales como urbanas; reivindicar la lengua materna de las comunidades; fortalecer la solidaridad entre las comunidades para defender sus espacios territoriales; y reconocer a Buenos Aires como territorio guaraní.

Este último punto cobra gran importancia debido a que aún mucha gente cree que los guaraníes son originarios de Paraguay y no de Argentina (así como también se dice que los mapuches son chilenos). Sin embargo, los guaraníes habitaban Buenos Aires desde antes de que llegaran los colonizadores.

 Por Nadia Luna

http://descolonizados.wordpress.com/

Sobre el Encuentro de Guaraníes En el Centro Cultural UNGS San Miguel

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El sábado 6 de Julio de 2013 es una fecha que se quedará en nuestras almas para siempre. El espacio que María Inés Mac Lenman había iniciado hace varios años, el Reencuentro de Pueblos Originarios del Centro Cultural de la UNGS, y que continúa Beatriz Alor con el Ciclo de Cine, mas el apoyo voluntario de Delfina Aprile, Mayra Juarez y Melina Sánchez, y del propio director del Centro Cultural, Lucas Rozenmacher; tuvo una difusión inesperada para la proyección de «Itú, el arroyo», documental sobre una comunidad Mbya.

Distintas personalidades de las culturas y comunidades Guaraníes de Buenos Aires, fueron invitadas: Maquinista Savio, Moreno, José C Paz, Glew, Pacheco, Carupá, San Miguel y Capital Federal.

 

Ignacio Báez, maestro de idioma y espiritualidad y referente del Ateneo Guaraní regional, quien ya había participado en una charla en 2007 en este mismo lugar, junto a Juan Acevedo, integrante del Centro Comunitario Otorongo Wasi, nacido en San Lorenzo en el seno de una familia Mbya Guaraní, fueron de los invitados los únicos que repetían su visita a la UNGS.

El tiempo nos fue apretando hacia el interior de la sala donde las sillas vacías iban desapareciendo. Nos sentamos primero en ronda, con la emoción turgente, impacientes por empezar, mirándonos a la cara, de igual modo que en una reunión familiar. Gladis abrió el silencio y después de sus primeras palabras, sus primeras sonrisas, todos asintieron con igual humor. Se estableció un pacto entre el pasado y el futuro, un pacto que se llevó un momento eterno; sin perder de vista la sonrisa, quedó marcado en todos, un abrazo. Un abrazo que aquí en Buenos Aires era muy esperado.

En lo que me toca, desovillo algunas ideas sobre el lugar que se eligió para este encuentro y el significado que tiene para quienes destacamos vivir en la cuenca del Río Reconquista, donde también está el Centro Cultural de San Miguel. Y es que el paisaje debe incluirse en todos los encuentros y reuniones, no solo en los congresos de Geografía, solía ironizarnos Armando Camelo…

Este Río y su valle, todos lo sabemos, tienen características históricas. Pero de lo que se ha escrito y sostenido por autores e historiadores en libros y estudios, sobre la presencia de las culturas indígenas en Buenos Aires, solo incluye a la mal llamada araucanización, con los vestigios de la cultura mapuche; la influencia andina, antes y durante la penetración europea, y las presencias locales como la querandí, cultura que siempre se la ha descrito con un vasto territorio propio hasta la precordillera.

Recuerdo que habiendo vivido años jugando en las zanjas improvisadas que forman las lluvias, en su mismo valle de tembladerales y esteros; con su humedal indomable en las sudestadas, (créanlo, estar a 300 mts del río, aun en su cuenca media, durante una sudestada, era tanto o peor que estar en iguales circunstancias al lado del mar); con su floración orillera y con sus sobrevivientes de la fauna ancestral, no encontré en la escolaridad, menciones ni literarias ni científicas que las reproduzcan, expliquen o clasifiquen.

Bastó en cambio conocer, en primer término también por los libros, la cosmovisión guaraní para empezar a enlazar cada elemento presente de aquel entorno fluvial con una razón cotidiana.

Luego sobrevino el encontrar de hecho, pero no reconocido oficialmente, que personas guaraníes vivían antes de los conquistadores, aquí mismo. Que el nombre de estas aldeas en las Conchas, el antiguo Reconquista, era Urucua Taguay. Que este río no tuvo casi Repartimiento de tierras porque en él estaba el núcleo de población más próximo al fuerte de Buenos Aires. A pesar de estos datos, entreví que hay una resistencia a aceptar el origen guaraní de las orillas de esta provincia, porque también hay una resistencia a aceptar el destino guaraní de esta ciudad, sin por ello querer decir que se vuelva al pasado, como abajo digo.  Esta negación sobre la identidad en algún momento irá a cambiar.

Boceto algunos apuntes para que entre todos, con autocrítica, tengamos por un momento, la visualización de los desencuentros que nos atraviesan a quienes somos habitantes de Buenos Aires, mas por reacción o inercia que por claridad sobre el tema. Porque entiendo que no es apropiado vivir creyendo nada sino entendemos el lugar donde vivimos.

En primer lugar, sobre esta negación se percibe una resistencia Social, común entre las clases populares o incluso migrantes del litoral, entre nuestras familias y vecinos, que concibe a lo guaraní como primitivo. A aquellos que así piensan, podemos contarles que se ha probado que los guaraníes son los difusores de los conocimientos andinos en esta región. Existen datos recopilados por autores sobre el fin de los Chancas, en disputas con el feudo del Cuzco, durante el reinado Aymara o Colla preincaico (1300aprox), que establecen que estos escaparon a la selva. Es decir, no siempre los guaraníes invadían el oriente de Taipicala, a veces, se producían migraciones andinas que se amalgamaban a las culturas del Amazonas. Ello explica que a Paraguay llegaran hacia el mismo siglo, adelantos que luego se difundieran en la cuenca del Paraná.

En siguiente lugar existe una resistencia Histórica, en cuanto a su origen. Se dice que el guaraní viene del Amazonas y que no es originario a Buenos Aires porque los guaraníes estaban en Paraguay y son advenedizos a la época de la conquista. Sin embargo los así llamados Guaraníes, en el primer momento de la conquista, son las poblaciones de Uruguay, que en sus canoas vivían también sobre las islas del Delta. Y allí se nos dice que eran las islas “Talavera,  Ibicuy, frente a Zárate, Campana, etc..» No, aquí radica un error grave que debemos enmendar, justamente como pobladores inundados de las costas del Reconquista: también el Tigre es una isla, también lo es Guazú Nambí, Sarandí, Carupá, como lo son Punta Lara, Ensenada, Maciel, hacia el sur de Bs As, solo por citar las más conocidas. Ellas son ISLAS CONTINENTALES. Son también Delta. Allí también vivían los guaraníes. Y están aun hoy sus presencias en los bajos costeros. Pero aun luego está quien insiste en negar estas presencias diciendo «bueno, pero son contemporáneos a los conquistadores, su origen es Paraguay, Brasil, el Matto Grosso…» Antepongo dos datos en respuesta. Primero, el tiempo. Sabemos que los guaraníes advenedizos en la época de la Conquista, traían consigo adelantos notables para esta región muy fáciles de destacar tanto en la Arqueología como en las crónicas… Ahora, esto no significa que grupos Guaraníes sin estos adelantos, desde antes del año 1000 o poco antes o poco después, se hayan asentado en estas regiones. Ejemplo de esto es la cerámica del área Chaná, que algunos equivocan llamándola Querandí, presenta esgrafiados escalonados que son influencias de los dibujos de la cestería del norte del litoral, y contrariamente se la relaciona con la cultura andina, siendo que allí no hay antecedentes de ese tipo de guardas en cerámicas como sí las hay en cestería del Paraguay. Segundo, el concepto de territorio. En este sentido recuerdo que para el caso de la cultura Querandí, los historiadores no remarcan en particular sobre sus espacios entre precordillera y litoral. Quién puede por esto negar su presencia en Buenos Aires, porque los Querandíes habitaban también Córdoba y Mendoza? Del mismo modo se debe comprender que la capacidad de movimiento de la cultura horticultora en el litoral aun es mas fluida por las igaratá cuera -dos o tres canoas unidas- que aceleraban el proceso de comunicación en grandes contingentes, no solo al ámbito paranaense. El mismo complejo fluvial de comunicación se repite en el Amazonas, el Orinoco y el Caribe. Estos errores radican en creer dos conceptos fijados en los principios de la Arqueología en el 900, que hoy en día no pueden sostenerse: que todo lo antiguo (500 a 2500 años de antigüedad) que se encuentre en Bs As es Querandí y que la cerámica guaraní solo es aquella polícroma, de 1400 en adelante.

Por último dejo un punto controvertido, que es difícil exponer en breve tiempo, y propongo llamar la resistencia Guaraní, intentando englobar aquí las contradicciones surgidas sobre nuestras propias capacidades y limitaciones, de quienes reconocemos de alguna u otra manera una relación con esta cultura.

Entiendo que una reivindicación trae asociado una idealización de valores, que al tratarse de una cultura tan vasta, es cierto que se produzcan diversidades que no deben anularse unas a otras.

Nuestra principal influencia para el concepto de Guaraní está en la Historia. Nosotros creemos que al Ser Guaraní debemos ir a buscarlo en lo que se parezca o asemeja a lo que unos pocos conquistadores han escrito hace 500 años, y tomarlo como una forma ideal o raíz que se deba preservar. Pero sabemos que el Guaraní tuvo otros procesos históricos antes de llegar a ser lo que fue. Y debemos suponer que el Guaraní estaba en camino a otra transformación por los complejos políticos y sociales que se sucedían en el Continente y el Mundo, de los cuales se tenía pleno contacto. De otro modo, también es cierto, una sociedad que no se transforma no prevalece. Y aquí, por todo lo contrario, han pasado los años, las guerras, las crisis, y continuamos hablando de ritmos, gráficas, dialectos, folclores, comidas, naciones, y otros sinfines de raigambres Guaraníes. Pero comúnmente las descartamos, las creemos truchas, tergiversadas, no puras, en pos de ensaltar el ideal de lo guaraní que creemos se encuentra en las selvas, en los montes, en lo que aun no ha sido contactado. Sin contradecir los derechos que se deben conquistar en pos de preservar todas las identidades, hay un error que “salta a la legua”, como se dice en Rosario, cuando de costumbre pasamos por alto frente a nuestras narices, la cuestión que nos genera falsas ideas: la principal característica de las Culturas Guaraníes de Avanzada, las que describen los conquistadores, es que no estaban en aislamiento. Ni aun en el mismo centro del Amazonas. Las longitudes expresadas en 2 o 3 mil km de distancia de las Alianzas políticas confirman este dato. Tampoco eran conservadoras. Sabemos que las culturas asentadas en las faldas de la montaña, habían incorporado la figura de un Estado (cuando por lo general se nos suele presentar a los Guaraníes del 1500 como sociedades sin figuras patriarcales, que suelen congraciar los análisis de actuales anarquistas) También iban hacia este tránsito las sociedades que estaban influenciadas por aquellas de la montaña pero eran fluviales, casos como parecen ser del Matto Grosso y Paraguay a partir del 1300. A su vez se describen otras naciones Guaraníes del litoral, Corrientes y Entre Ríos, en 1530, como cazadoras recolectoras pero con grandes conocimientos geográficos y étnicos de sus vecinos. No es lugar aquí de desmarañar estas diferencias, solo decir que no hay un solo elemento para decir qué es Ser Guaraní en origen.

Por otro lado, los agentes secretos que enviaba Portugal, y en menor medida Holanda e Inglaterra, demuestra nuevamente la disposición para adoptar otras pautas culturales. En Paraguay, Santa Fé y Buenos Aires en 1600, a los guaraníes se los llamaba los amigos de las cosas nuevas, por esta misma cualidad.

Pero recordemos cuando surge la discusión en torno a las Misiones. Eran los Guaraníes de las Misiones indios auténticos? Por obvia que parezca esta respuesta, todavía hay quienes creen que toda la obra dejada por ellos es influencia de los jesuitas, el mito del Diluvio, las formas talladas en piedra, etc. etc. No son baluartes de nuestra originalidad, solemos creer, errando otra vez.

Para ver este punto desde otra óptica, que nos ayude a empezar a entrever qué es el Ser Guaraní, les propongo que hagamos un ejercicio.

Cuando nosotros nos revindicamos con nuestra identidad, hoy, año 2013, no pensamos sino en como fuimos barridos por occidente, por el capitalismo, etc. comparándonos con aquel ideal de hace 500 años que creemos dentro de la selva, a salvo y en aislamiento puro (?).

Del mismo modo quienes tuvieron el destino de utilizar la tipografía para imprimir un libro en idioma guaraní en 1700, también fueron empujados a ese “reducto” como nosotros lo somos hacia las barriadas y ciudades, a “imprimir” nuestros relatos en estos soportes digitales. El tema a no dejar de lado es siempre el económico.

Cabe decir que somos nosotros quienes afirmamos la identidad. Pero la realidad cambiante es capaz de mostrar un universo de diversidades que se adaptan a distintas economías, que son resultados de lenguajes y épocas que se suceden.

Qué sociedad es la que enaltecemos cuando hablamos de la cultura y nación Guaraní? Nuestros Arandú hablan de que los Guaraníes caminamos la tierra desde la Creación. Hemos atravesado la edad de Piedra; la edad de Barro; a la edad de los metales, la hemos atravesado junto al inicio de la Conquista, con la Colonia, la Reducción y las Misiones… La pregunta que merecemos hacernos es si puede haber una sociedad Guaraní en la era del Petróleo. Qué tipo de sociedad construir cuando las comunidades en la selva tienen o dependen en parte, de aparatos tecnológicos fabricados con plásticos… Por eso creo que el espacio en que surge esta reunión, Buenos Aires, debe ser emblemático para una etapa inicial. Esta ciudad representa el norte de las aspiraciones que distintas generaciones vinieron a buscar. Ciertamente individuales pero que merecen nuestro reconocimiento mas que simplemente nuestra espalda. También es la segunda ciudad en importancia con hablantes guaraníes, la primera fuera de Paraguay. Qué tanto hemos planteado de esto en las escuelas?

Las diversidades que se señalan las debemos reconocer como propias. Siempre recuerdo como los lingüistas de Paraguay ven con preocupación que el idioma tome matices. Alguna vez oí que se establecía al Ñeé Ipî o Ñee Aba como Lengua antigua del Paraguay, propia al aspecto mas reservado de la ruralidad; al Guaraní como idioma oficial, se entiende, aquel que ya está por esmero de sus estudiosos “reglado”; y al Jopará como dialecto urbano, el idioma que va incorporando los tecnicismos propios de los oficios renovados. Pero… ¿puede haber además un escalón intermedio, después del Jopará, y antes de llegar a la lengua Castellana? Aquí también en Buenos Aires la base del lunfardo era llamado antiguamente como lengua Guaranga, que luego los literatos, que jamás la hablaron, rebajaron a un solo significado despectivo. El checheo, el engrupir, el malón o el caté son insignias de un lenguaje que aun no reconocimos… Cuando el giro local  toma por asalto al lenguaje español, no son ismos, son matrices culturales que buscan adaptarse a los tiempos que corren. Los argentinismos, los porteñismos, de ellos hablo. Debemos apropiarnos de nuestro modo de hablar. Dudo profundamente que sólo hablemos, que nuestra lengua única deba ser la castellana. Esta se habla en algunas partes de España, siquiera, desde cuando surge la imprenta (pequeño valor que la transformó de Dialecto a Idioma) muy a pesar del actual aparato institucional metido en la enseñanza y adoctrinando desde los medios de comunicación.

Y es muy probable que aun sigan apareciendo dialectos como sigan apareciendo necesidades de cambios. La libertad ante todo es el modo de vida que trasciende en la Abaidad. Las fijaciones teóricas pueden ser imprudencias sino vemos en profundidad. Los descendientes de guaraníes creamos canciones en Heavy Metal, hacemos Historietas, filmamos, trabajamos hasta dentro de las compañías petroleras… etc. Podemos apartar estas realidades de nuestro ideal o afrontar el compromiso de agruparnos para estar encima de ellas?

El modo de vida que llevó a que la cultura Guaraní fuera una de las más importantes y reconocidas en la Historia de la Humanidad son las tres puntas de lo que Alfredo Vara llama la  Abaidad.

El Idioma. La convivencia de diversidad de sus dialectos.

La Alianza entre comunes guaraníes, incluyendo a los no guaraníes.

El Reconocimiento de los espacios territoriales que se ocupan.

Ningunas de estas cláusulas están inertes, fuera de época o inapropiadas de uso, ni en Paraguay, ni en Argentina, ni en Brasil, ni en Bolivia.

Claudio Peré

Hernández 2036

Grand Bourg

11 6689 3672

Historietista

Coordinador de Piragua Historieta

Tallerista de Historieta, Caricatura y Humor Gráfico

Centro Cultural – UNGS San Miguel

piraguahistorietablogspot.com

pereapuntadepluminblogspot.com

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Segundo Festival de Cine Buenos Aires Indígena -BAIn 2013-

Graphic1 El Segundo Festival de Cine Buenos Aires Indígena se realizará del 27 de noviembre al 4 de diciembre en espacios INCAA. La apertura se realizará el 27 de noviembre a las 19 hs en el Espacio INCAA del Cine Gaumont (Av. Rivadavia 1635). Los días 28,29,30 de noviembre y el 2, 3 y 4 de diciembre en el Espacio INCAA Cine Arte Cinema (Salta 1620)

El BAIn organizado por “Territorio Querandí” tiene por objetivo difundir y promover la obra de realizadoras/es de pueblos y naciones originarios que, a través del formato audiovisual expresan diferentes aspectos de la vida de sus pueblos. También apuesta a la creación de un circuito permanente para este tipo de producciones, sumándose las experiencias el Festival de Cine de los Pueblos Indígenas (Chaco) y a otros similares que se realizan en el Abya Yala.

Territorio Querandí, a través de BAIn, busca contribuir a la reflexión y discusión sobre la función del cine en la creación de imágenes negativas de los Pueblos Originarios, al tiempo que intenta poner de relieve el potencial del audiovisual para transmitir la riqueza de las culturas y de los procesos políticos que protagonizan. Este año el tema será “Cine, identidad y Comunicación Indígena”.

Este año nuestro festival fue invitado a participar en el Festival Internacional Cine al Mar realizado en Santa Marta Colombia, como muestra invitada. Además participó en el Encuentro Continental de Comunicación Indígena en Tlahuitoltepec, Oaxaca (México)

Llevamos adelante junto con el Inadi la 1er Jornada de identidad Indígena, en el EMEM Nro 3 D.E. 19 del Bajo Flores y se realizaron muestras itinerantes en la Universidad Nacional de Gral. Sarmiento dentro del Ciclo Reencuentros con los Pueblos Originarios. En la Facultad de Periodismo de Universidad Nacional de La Plata volvimos a realizar la 2da Muestra BAIn La Plata.

Además de las proyecciones audiovisuales, se organizan mesas debate, con la posibilidad del público de intercambiar con los invitados al Festival. La experiencia en anteriores ediciones nos ayuda a interpretar “la comunicación” como algo más que periodismo, e invitamos a algunos de los proyectos de Comunicación Indígena existentes en el continente.

BAIn cuenta con el aval: del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), la Facultad de Periodismo de la Universidad Nacional de La Plata; el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas -INAI- la Embajada del Estado Plurinacional de Bolivia en Argentina, el Equipo Pueblos Originarios del Servicio de Paz y Justicia (SERPAJ), la Asociación Comunitaria Indígena de Comunicación (ACIC)

E-mail: muestraterritorioquerandi@gmail.com
Twitter: @BAInCine
Página en Facebook: BAIn Festival de Cine – Buenos Aires Indígena